Los elementos calefactores tubulares instalados en el destilador están diseñados para calentar agua hasta el punto de ebullición. El calor se genera cuando la corriente eléctrica pasa a través de la espiral del calentador, que tiene una resistencia significativa. En el destilador de electrodos, el papel de espiral lo desempeña el agua misma, que se encuentra en la cámara de evaporación: la corriente eléctrica pasa a través del agua entre los dos electrodos y hace que se caliente. En consecuencia, la ventaja de un destilador de elementos calefactores tubulares es la posibilidad de operar con agua inicial de cualquier calidad. Por otro lado, para el destilador de electrodos es importante el grado de contenido de sales en el agua: si el agua es demasiado “pura” y suave, el destilador de agua tendrá un rendimiento demasiado bajo de destilado. Para su funcionamiento será necesario montar un sistema de preparación de agua con la introducir de sales (en la mayoría de los casos, sal de mesa común) en el agua inicial para aumentar su conductancia eléctrica. Para los elementos calefactores tubulares el sobrecalentamiento es inadmisible y provoca su fusión. Es necesario limpiarlos constantemente de las incrustaciones. Para los destiladores de electrodos se requieren cables y dispositivos de entrada más potentes, pero los electrodos son más seguros que los elementos calefactores tubulares y no se dañan con al sobrecalentamiento. El acceso fácil y rápido a los elementos calefactores asegura la comodidad de mantenimiento y limpieza de los destiladores de agua.